martes, 14 de enero de 2014

Trastornos de la Conducta Alimentaria y Comercio Internacional

Trastornos de la Conducta Alimentaria y Comercio Internacional

POR: JOSE FERNANDO CASTRO

Clásicamente, desde la epidemiología y la salud pública se ha hablado de vulnerabilidad, en términos de una mayor o menor predisposición de los grupos humanos a padecer ciertas enfermedades en sus contextos específicos. Sin embargo, esto no se ha hecho desde tópicos tan complejos como el de la liberalización económica, fenómeno que viene presentándose de manera progresiva y casi generalizada en el sistema internacional. La razón puede asociarse con el proceso de generación de sociedades altamente consumistas, que den respuesta efectiva a la oferta de bienes y servicios promulgada continuamente por las clases corporativa y empresarial. Es decir, sólo se piensa en términos de desarrollo económico en tanto explotación indiscriminada de recursos y acumulación de capital, y no se profundiza en el análisis de factores diferentes al estrictamente monetario, los cuales podrían determinar decrecimientos y deteriorar una fuerza productiva que debería contemplarse, sin titubeos, desde una óptica más integradora y menos mercantilista.
Los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y la bulimia, pueden considerarse enfermedades multifactoriales, ya que su aparición y progreso están determinados por una cuota de predisposición genética, otra derivada de la interacción social, una tercera relacionada con construcciones psicológicas que responden a diferentes eventos y, sin lugar a dudas, una última estructurada por los determinantes internacionales del proceso salud-enfermedad. De estos últimos, se destaca el comercio, con su tendencia a valerse de los medios masivos de comunicación y las redes sociales (escenarios macroestratégicos) para vender ideas que modifican las representaciones sociales de la salud, la enfermedad y la estética corporal.
Sin embargo, no todo se trata de la imposición de estereotipos, seguidamente aceptados socialmente; también es preciso analizar qué tan beneficiosa es la disponibilidad de ciertos productos y servicios en el mercado (alimentos light o dietéticos, equipos de gimnasia, prendas de vestir en tallas excesivamente pequeñas, medicamentos para adelgazar, turismo de la salud, entre otros) para diseñar y poner en marcha mecanismos reguladores y de control. Así, cobra importancia el concepto de comercio ilícito, definido como “toda práctica o conducta prohibida por la ley, relativa a la producción, envío, recepción, posesión, distribución, venta o compra, incluida cualquier práctica o conducta destinada a facilitar esta actividad”, pues en el caso específico del acceso a medicamentos inhibidores del apetito (anorexígenos) se viene presentando una problemática que afecta la salud pública de algunos países en la región de las Américas, entre ellos Brasil, Argentina, Estados Unidos, e incluso Colombia. Al ser aquél un grupo de medicamentos que requiere un estricto monitoreo en su distribución y venta, parece que no se han tenido las precauciones necesarias para impedir que la población los use en detrimento de su salud, pues en general sólo los acompañan de agua y no de una exhaustiva valoración médica y posterior orientación frente a su administración por vía oral. Al respecto, en el año 2008 la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), encargada de vigilar la aplicación de los tratados de la ONU en materia de control de drogas, hizo pública su preocupación por el incremento del uso indiscriminado de drogas para adelgazar. Por todos estos enfoques en el abordaje del tema, es imperativo analizar cuidadosamente el asunto de la exportación e importación de medicamentos, además de las medidas específicas de control en casos como el que se plantea, pero no puede quedar inconcluso el hecho de que “la rápida proliferación de páginas en internet sobre métodos para perder kilos con rapidez es otro peligroso factor que debe tenerse en cuenta”. Todo se trata de liberalización económica, comercio ilegal, sociedad de consumo, representaciones sociales, educación y análisis de información, entre otros temas. Esto, por supuesto, no es simple.
La carga de enfermedades derivada del proceso de crecimiento económico es un tema álgido, pues el costo sociosanitario de la excesiva acumulación de capital es elevado para las poblaciones más vulnerables; esto es, aquellas que tienen un armamentarium limitado para defenderse de los continuos ataques del capitalismo. Un adecuado proceso de educación para la salud, articulado con los currículums institucionales, no como un proyecto aislado o abstraído de la dinámica discursiva académica, que posibilite interpretar de una manera más integradora los determinantes sociales del proceso salud-enfermedad, es una opción para contrarrestar los efectos nocivos de las fuerzas transversales que estructuran el Modelo Conceptual de la Salud Internacional, pues no se trata de una imposición, una prohibición o una metodología coercitiva para evitar enfermar, sino un conjunto de pautas para tomar decisiones que posibiliten alcanzar el mayor grado posible de desarrollo humano. Mientras se continúen definiendo aisladamente los conceptos de salud y enfermedad desde las Ciencias Naturales, no se podrá ir más allá del aspecto meramente biológico. Así, las enfermedades crónicas son susceptibles de ser analizadas desde el reduccionismo o la integración de ideas. Cada quien tiene la responsabilidad de enriquecer el discurso y fundamentar sus decisiones.


Referencias Bibliográficas

  1. Instituto Salus. Proibição dos anorexígenos pela ANVISA [Internet]. Campo Grande; 2011. [acesso em 2013 dez 5]. Disponível em: http://www.institutosalus.com/noticias/uso-racional-de-medicamentos/proibicao-dos-anorexigenos-pela-anvisa
  2. Organización Mundial de la Salud. Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2003.
  3. Organización Panamericana de la Salud, Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud. Abordaje de temas de salud bajo la perspectiva de salud internacional y la construcción de un modelo conceptual para su comprensión. Washington, D.C.: Programa de Líderes en Salud Internacional “Edmundo Granda Ugalde” 2010, Área de Sistemas de Salud Basados en la Atención Primaria de Salud; 2010.
  4. Píldoras peligrosas. El Tiempo. Sábado, 22 de marzo, 2008; Editorial – Opinión. Disponible en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-2869755



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